California se convirtió esta semana en el estado con los salarios más altos para los trabajadores de la industria de comida rápida en Estados Unidos. Es una medida que cerca de medio millón de empleados considera justa, pero tiene su contracara. Apenas entrada en vigor, tanto los empresarios como los demócratas en etapa electoral la consideran un dolor de cabeza.Una madre de familia, Susana Clark, relató a LPO la inquietud de que le genere la posibilidad de que las cadenas de cómoda rápida decidan aumentar otra vez sus precios. Clark, que llevaba en un restaurante de McDonald’s a sus dos hijos pequeños, afirmó que por ahora, continuará sus visitas al mismo restaurante con juegos infantiles bajo techo. “Pero si comienzan a subir en cantidades de dólares, ya no venderemos; porque dos o tres veces a la semana, al final del mes, y del año, son cantidades muy importantes de dinero”, dijo la señora.Un desayuno típico de McDonald’s tiene un costo de unos $10 dólares, incluidos los impuestos. Si las cadenas pasan a los consumidores un aumento proporcional al que ahora dan en salarios a sus empleados, los desayunos pasarían a costar cerca de $12.50, un precio fuera del alcance de la mayoría de los residentes de California.McDonald’s y Chipotle suben los precios en California y culpan a sus trabajadores por ganar 20 dólares la hora”Yo no me voy a oponer a que les aumenten a los trabajadores, entiendo que lo merecen y, claro, lo necesitan, es solo que a mí ya no me alcanzaría con mi presupuesto, a menos que solo venga con los niños ocasionalmente”, dijo la señora Clark.El salario actual de los trabajadores de comida rápida es 25 por ciento mayor que el salario mínimo de California para el 2024, de $16 dólares por hora, y es el mayor en el país. Por ejemplo, el salario promedio de un empleado de esa misma cadena en el estado de Texas es de $11.44; haciendo el mismo trabajo, el de Texas gana 43 por ciento menos.Sin embargo, California es uno de los estados con la vivienda más cara en el país, sobre todo en metrópolis y áreas turísticas. Con este panorama, incluso el nuevo salario para unos 500.000 trabajadores de comida rápida resulta insuficiente.Si las cadenas pasan a los consumidores un aumento proporcional al que ahora dan a sus empleados, los desayunos pasarían a costar cerca de $12.50, un precio fuera del alcance de la mayoría de los residentes de California. Ahora un empleado de comida rápida que trabaja tiempo completo tiene un salario mensual de unos $3,200 dólares, pero a esa cantidad le restan los impuestos y otros descuentos, mientras que la renta promedio de un departamento oscila en los $3,000 dólares mensuales.Los republicanos, sin cuestionar si el aumento es justo para los trabajadores, esta semana se enfocaron en un anuncio con el que la hermana del mismo gobernador, Gavin Newsom, busca mesera o mesero con un salario mínimo de California, de $16 por hora.Newsom abrió hace casi tres décadas una cadena de vinaterías con el nombre de Plumpjack Café, que luego se expandió a la industria de hospedaje con restaurantes y ahora preside la hermana del gobernador, Hillary Newsom.”Me pregunto por qué las empresas de alimentos de Newsom no pagan $20 dólares por hora”, cuestionó el asambleísta o representante de la cámara baja estatal Joe Patterson, un republicano. Usó el argumento del costo de vida que llevó al aumento a $20 dólares al decir que el anuncio es para la zona turística de Lake Tahoe, y “es muy caro vivir ahí”.La diferencia básica es que ese restaurante de Newsom no es franquicia de una cadena de comida rápida de nivel nacional, como las que ahora tratan de enfrentar el aumento en costos básicamente con dos medidas: reducir personal y aumentar los precios al público.La cadena Pizza Hut eliminó de inmediato unos 1,200 puestos de trabajo al despedir a todos los repartidores para apoyarse en empresas de distribución que emplean a mensajeros con autos o motocicletas.California es uno de los estados con la vivienda más cara en el país, sobre todo en metrópolis y áreas turísticas. Con ese panorama, incluso el nuevo salario para unos 500,000 trabajadores de comida rápida resulta insuficiente.La cadena Chipotle, de comida rápida mexicana tipo gourmet, que ya había aumentado precios el año pasado en previsión del alza de salarios, ahora anunció que analiza nuevos incrementos. McDonald’s también evalúa aumentos a su menú, pero considera el impacto que tendría en su clientela, como en el caso de la señora Clark. Round Table Pizza informó que comenzará por despedir a 70 repartidores esta semana, después continuará si lo cree necesario.Un dueño de 18 restaurantes en California, Scott Rodrick, dijo a Fox News que congelará todos sus planes de remodelación y compra de nuevos equipos hasta ver cuál será el impacto que tienen los aumentos salariales en todas sus tiendas.El director del Instituto de Política Pública de California, una institución apartidista, Mark Baldassare, adviritió que el aumento a partir del primero de abril pone en mayor escrutinio a los demócratas de mayoría en la legislatura estatal.Baldassare afirmó que la situación es parajójica. Aunque la mayoría de los californianos quieren un mejor salario y apoyan los aumentos, dijo, la suba de la comida rápida se sumará ahora al costo de vivienda y de combustibles, entre los más caros por impuestos de preservación ambiental. Según el experto, es época electoral en la que los votantes están “muy nerviosos” sobre sus finanzas.
Contra McDonald's, Newsom autoriza el salario más alto del país para los trabajadores de comida rápida de California
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