El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha presentado en el Consejo de Ministros de este martes el concurso público para la resignificación del Valle de Cuelgamuros, antes conocido como Valle de los Caídos. La convocatoria para remodelar la que fue la tumba de Francisco Franco fue lanzada este lunes por el Ministerio de Vivienda y estiman que tendrá una duración de unos seis meses. Torres ha declarado que buscan “una resignificación del espacio” y “que se convierta en un emblema de la defensa de la democracia”. Para ello, los proyectos deberán encargarse de la restauración de “los elementos del conjunto monumental que vayan a ser utilizados”, incluir un centro de interpretación y una propuesta de musealización. Todo esto ajustándose al presupuesto de 30 millones de euros que el Gobierno ha licitado para esta cuestión.En la página web de la licitación del concurso, se indica que el ámbito de actuación “abarca el conjunto monumental del Valle de Cuelgamuros”, en San Lorenzo de El Escorial, en Madrid. Esto incluye la basílica, la entrada formada por 20 arcos, la explanada y la cruz.Plano del Ámbito de actuación del concurso para la resignificación del Valle de CuelgamurosMinisterio de viviendaLa nota de prensa de la presentación del concurso señala que el proyecto “brinda una triple oportunidad”. Primero, recupera “un espacio que es de toda la sociedad española”, orientado a que sea resignificado “desde una mirada plural, inclusiva y contemporánea”. También “genera un referente internacional” que revela que la arquitectura y el arte “pueden actuar como herramientas de memoria”. Por último, “garantiza la conservación de un conjunto arquitectónico desatendido”.El concurso de ideas se fija en otros monumentos de memoria histórica como referencias para llevar a cabo la intervención. En concreto, se refieren al Memorial al Holocausto de Berlín. “Al igual que en el caso berlinés, la arquitectura se convierte aquí en una herramienta al servicio de la conciliación y la memoria colectiva, capaz de transformar lugares marcados por la historia en escenarios de aprendizaje, encuentro y proyección hacia el futuro”, explica el Ministerio de Vivienda en una nota de prensa.La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha remitido una carta al Gobierno en la que solicita la retirada del concurso. Su presidente, Emilio Silva, considera que gastar más de treinta millones de euros en resignificar el Valle “es totalmente innecesario y una falta de respeto cuando en España siguen sin identificar miles de desaparecidos por la represión franquista”. En una nota de prensa, explica que “lo único que necesita ese lugar es una explicación histórica” que interprete su historia, arquitectura y ornamentación, “repletos de propaganda nacionalcatólica fascista”.Sobre la comparación con el monumento berlinés, Silva considera que es “vender un efecto óptico”. Señala que hay diferencias fundamentales, como su posición geográfica —el memorial a las víctimas del Holocausto está en el centro de la capital alemana, mientras que el Valle se encuentra a más de 40 kilómetros de Madrid—. Además, denuncia que “pretende homenajear a todas las víctimas de la guerra civil como si fuera lo mismo apoyar un golpe de Estado que tratar de impedirlo”.Uno de los puntos que más fricción ha generado entre el Gobierno y las asociaciones eclesiásticas ha sido la presencia de la comunidad benedictina que administra el Valle. El pasado 27 de marzo, se reveló que, en contra del criterio que el Ejecutivo ha tenido en los últimos cinco años, los monjes se permanecerán en el complejo monumental. Fuentes del Ministerio de Presidencia declararon a EL PAÍS que “no había alternativa” y que, como contrapartida, consiguieron el permiso de los clérigos para lanzar el concurso para la remodelación. También se pactó relevo del prior Santiago Cantera, el custodio de la tumba de Franco hasta su exhumación en 2019 y de ideología profranquista, que abandonó el Valle el 10 de abril.La comunidad benedictina asumió en 1958 el control de la Fundación de la Santa Cruz del Valle, creada un año antes “para rogar a Dios por las almas de los muertos en la Cruzada Nacional, impetrar las bendiciones del Altísimo para España y laborar por el conocimiento e implantación de la paz entre los hombres sobre la base de la justicia social cristiana”. La Ley de Memoria Democrática declaró esta asociación “extinguida” y estableció que la nueva entidad se constituirá mediante un real decreto que, tres años después, no se ha planteado. Fuentes del Ejecutivo han señalado que este martes “se ha decidido crear un equipo técnico” que desarrolle el nuevo organismo.
El Gobierno presenta el concurso público para la resignificación del Valle de Cuelgamuros | España
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