La Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) destierran una creencia muy extendida en un estudio sobre empleabilidad de los universitarios hecho público este miércoles: los titulados en universidades privadas no ganan más que los de la red pública si se compara a graduados de la misma área de conocimiento. “No se diferencian significativamente en sus resultados de inserción”, subrayan sus autores. Las privadas se centran en grados con mucha demanda de plaza y casi siempre muy vinculados al mercado de trabajo.“El posicionamiento de las universidades privadas en los campos con mejor inserción no muestra ventajas o desventajas generalizadas frente a las públicas, pues el resultado depende de los campos de estudios”, enfatiza el informe comandado por los investigadores de la Universidad de Valencia y el IVIE, Francisco Pérez y Joaquín Aldás, en colaboración con Irene Zaera y Rodrigo Aragón, técnicos de instituto. Por ejemplo, el 16% de los que se gradúan lo hacen en una universidad privada, pero pasan a ser el 20% en las cuatro carreras de ciencias de la salud con más empleo. “Destaca especialmente el caso de Odontología, donde el 61% de los graduados procede de centros privados. Pero, por el contrario, en las seis ingenierías con mejor inserción laboral, los egresados en universidades privadas se reducen al 8%“.Medicina, Enfermería y Odontología y Farmacia lideran la clasificación de ciencias de la salud. Mientras que Organización Industrial, Desarrollo de Software y Aplicaciones, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Eléctrica, Telecomunicaciones e Ingeniería de la Energía completan la lista de las diez carreras con mejores trabajos. En todas hay pleno empleo y el subempleo apenas existe.A su vez, en el caso de los 10 campos con peores resultados en inserción laboral, las privadas se encargan de formar al 12% del alumnado. “La inserción laboral presenta debilidades muy marcadas en desempleo, salarios bajos y, sobre todo, elevado desajuste entre los grupos de cotización en los que los titulados son contratados y su nivel de formación”, se sostiene en el informe. Algunos campos de las ciencias sociales se posicionan en la cola (Turismo, Gestión Hotelera, Criminología o Protocolo) y de artes y humanidades (Estudios y gestión de la cultura, Historia del Arte, Conservación o Geografía).El informe se lanza a la vez que el buscador de grados U-Ranking ―que se puede consultar desde la mañana de este miércoles en la página de la fundación― que emplea los datos que ofrece el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en su web y que se basan en la información sobre afiliación a la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo. Se analiza la vida laboral de graduados en 2019, cuatro años después de titular.A medida que la demanda de plazas se mueve, lo hace también la universidad privada. Por ejemplo, aunque nunca ofertó las carreras de Matemáticas y Físicas cuando la principal salida era la docencia, ahora surgen por doquier. Las tasas de paro entre los universitarios ―del 19,3% en 2020 al 12% en 2024, tras crearse 2,5 millones de puestos de trabajo en ese lapso de tiempo― no para de menguar y cada vez encuentran empleos más ajustados a su perfil profesional. La sobrecualificación ha bajado del 30% del final de la Gran Recesión (que estalló en 2008) al 22,4% en 2024, aunque sigue siendo muy alta si se compara con Europa, “pero las mejoras no pueden ser ignoradas”, concluyen los autores. El 47% de los nuevos puestos creados en los últimos cinco años son altamente cualificadosDe los 223.110 nuevos puestos ocupados por universitarios jóvenes, el 89% lo son en trabajos altamente cualificados: directores y gerentes; técnicos y profesionales científicos e intelectuales y técnicos y profesionales de apoyo. Hasta 5.000 ofertas quedaron sin cubrir en 2023 en tecnologías de la información ―el 15% de ciencias de datos y el 50% de IA―, según un estudio de las ofertas encargado por IndesIA, una asociación nacida para impulsar su uso en empresas y pymes. Aunque su directora general, Nuria Ávalos, alertó recientemente en un reportaje en este diario: “Ahora están surgiendo muchos grados, pero hasta que estas personas estén en condiciones de asumir puestos como un arquitecto de datos ―que requiere cierta experiencia―quedan unos años”.
A igual título universitario, no hay diferencias de sueldo significativas entre haber estudiado en una universidad pública o privada | Educación
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