El Parlamento de Nueva Gales del Sur, el Estado más poblado de Australia, ha aprobado este miércoles una ley sobre terrorismo y otros delitos que endurece los requisitos para poseer armas de fuego y refuerza los poderes de la policía. Es su respuesta al atentado antisemita en la playa de Bondi del pasado 14 de diciembre en el que dos hombres, padre e hijo, asesinaron a 15 personas. La nueva ley prohíbe la exhibición pública de esas armas, limita el número de licencias para particulares y refuerza los poderes de la policía para frenar las protestas ciudadanas. “Sídney y Nueva Gales del Sur han cambiado para siempre como consecuencia de ese atentado terrorista”, ha explicado a los periodistas el primer ministro del Estado, Chris Minns, antes de reconocer que no todos los residentes de Nueva Gales del Sur apoyarán esta reforma. Ha añadido que su Gobierno está haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad de la población, tras el tiroteo contra la comunidad judía que celebraba la festividad religiosa de Jánuca. El proyecto de ley fue aprobado este martes en la Cámara baja con el apoyo del Partido Laborista, de centroizquierda, actualmente en el poder, y del Partido Liberal, en la oposición. El Partido Nacional, centrado en las zonas rurales y socio minoritario de la coalición liberal, se opuso a la reforma argumentando que las limitaciones del número de armas que pueden poseer los particulares perjudicarían injustamente a los agricultores.La Cámara alta del Parlamento ha sancionado este miércoles el proyecto durante una sesión de emergencia. La nueva legislación, que Minns ha descrito como la más estricta de Australia, limita las armas que cada particular podrá poseer a un máximo de cuatro, mientras que los agricultores podrán disponer de hasta 10 licencias individuales. La afiliación a un club de tiro será además obligatoria para todos los titulares de esas licencias.La nueva legislación es una consecuencia directa del tiroteo en la playa de Bondi, el más mortífero de Australia desde 1996. El ataque provocó inmediatamente llamamientos a favor de endurecer la legislación de control de armamento y la adopción de medidas más duras contra el antisemitismo.La enmienda legislativa aprobada en este miércoles también otorga más poderes a la policía para imponer restricciones a las protestas ciudadanas durante un máximo de tres meses después de que se produzca un ataque terrorista. La nueva ley prohíbe también la exhibición pública de banderas y símbolos de organizaciones consideradas terroristas por Australia, como el Estado Islámico, Hamás o Hezbolá. Los infractores podrán ser condenados a penas de hasta dos años de cárcel o multas de hasta 22.000 dólares australianos (unos 12.500 euros).En su rueda de prensa, el primer ministro de Nueva Gales del Sur ha recordado “la preocupación” que suscitan lemas como “Globalizar la Intifada”, que suelen escucharse en las manifestaciones a favor de Palestina y contra la ofensiva israelí en Gaza. Ha añadido que deberían prohibirse las declaraciones de odio “utilizadas para vilipendiar e intimidar a las personas”.Australia empezó el lunes a retirar las flores del homenaje improvisado a las víctimas del tiroteo de Bondi, frente al pabellón que se encuentra junto a esa playa cercana a Sídney. DEAN LEWINS (EFE)Horas después de que se conociera la aprobación de esta nueva norma, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, confirmó la detención de un hombre en la ciudad de Perth, capital de Australia Occidental, después de que este expresara apoyo a los autores de la matanza antisemita de Sídney. La policía encontró en su casa seis rifles registrados y alrededor de 4.000 municiones, según la cadena pública ABC, así como documentos con información para fabricar bombas y banderas de Hamás y Hezbolá. Presión de IsraelEl Gobierno australiano ha sido objeto de duras críticas y de presiones por parte de Israel, especialmente de su primer ministro, Benjamín Netanyahu, que el 15 de diciembre, al día siguiente del tiroteo de Bondi, acusó a su homólogo australiano, el laborista Albanese, de haber contribuido a crear las circunstancias para ese atentado al reconocer el pasado septiembre al Estado palestino. También censuró que se permitieran manifestaciones contra la masacre en Gaza donde se coreaban lemas como “Globalicemos la Intifada”, “Desde el río hasta el mar Palestina será libre” o “Muerte al ejército israelí”.El primer ministro australiano se comprometió casi inmediatamente después de la masacre a tomar medidas enérgicas contra el discurso de odio. Su Gobierno federal de centroizquierda tiene previsto impulsar a su vez una legislación que facilite el enjuiciamiento de quienes promueven el odio y la violencia y cancelar o denegar los visados a las personas involucradas en el discurso de odio. Albanese también ha propuesto un plan de recompra de armas.Mientras, varios grupos de activistas han criticado la nueva norma aprobada por el Parlamento y anunciado sus planes de presentar un recurso de inconstitucionalidad. En un comunicado, el Grupo de Acción Palestina, Judíos contra la Ocupación y el Blak Caucus, liderado por las Primeras Naciones (pueblos aborígenes australianos) han justificado la presentación de ese recurso con el argumento de que esa nueva legislación contra las protestas es “draconiana” y limita el derecho de manifestación. “Está claro que el Gobierno (estatal) está aprovechando el horrible ataque de Bondi para impulsar una agenda política que reprime la disidencia política y las críticas a Israel, y restringe las libertades democráticas”, afirman los grupos.La policía australiana cree que los dos presuntos pistoleros se inspiraron en la organización terrorista yihadista Estado Islámico. Sajid Akram, de 50 años, fue abatido a tiros por la policía, mientras que su hijo Naveed, de 24 años, que sobrevivió, ha sido acusado de 59 delitos, entre ellos asesinato y terrorismo.

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