A lo largo de la costa amazónica brasileña, a través de los Estados de Amapá, Pará y Maranhão, se extiende uno de los bosques de manglares más importantes del mundo, el cual a pesar de ser una pieza clave ante el cambio climático y el sustento económico para decenas de miles de familias, se encuentra cada vez más amenazado.Estos vastos humedales costeros, además de ser una de las barreras naturales más efectivas ante la llegada de huracanes y maremotos, son uno de los ecosistemas de ‘carbono azul’ más poderosos de la Tierra, ya que sus complejos sistemas de raíces son capaces de almacenar emisiones de carbono durante siglos, lo que los hace invaluables en la lucha contra el calentamiento global.Aunado a su valor ambiental, los manglares sustentan formas de vida integrales. En el norte brasileño, los pescadores tradicionales de cangrejo representan solo una de las muchas comunidades cuyas actividades culturales y económicas están entrelazadas con el ecosistema. En algunos estados, la pesca de manglares representa hasta el 50% de toda la producción pesquera artesanal, gracias a las familias que capturan cangrejos, mariscos, peces y camarones utilizando métodos tradicionales transmitidos de generación en generación.Sin embargo, este tesoro natural se enfrenta a crecientes amenazas. Históricamente infravalorados económicamente, en los últimos 40 años el 20% de estos bosques tropicales acuáticos se ha perdido en aras del desarrollo urbanístico, reduciendo su cobertura global y dejando a millones de personas más vulnerables a las inundaciones.Raimundo Atanasio Ferreira, pesca cangrejos con métodos tradicionales en medio de las raíces de los manglares de Raposa, en Maranhão.Adriano Machado (REUTERS)Cuando se destruyen los manglares, sus suelos ricos en carbono quedan expuestos al oxígeno, liberando siglos de carbono almacenado a la atmósfera, lo que podría potencialmente contribuir hasta en un 10% del total de las emisiones relacionadas con la deforestación a nivel mundial.Aunado a estas amenazas, el Congreso Nacional de Brasil, de mayoría conservadora, aprobó recientemente un proyecto de ley que busca flexibilizar las normas de declaración de impacto ambiental, desmontando gran parte de la legislación que Brasil ha construido en las últimas décadas. Este proyecto legislativo llamado la “ley de la devastación” por ecologistas, científicos y defensores de territorio, fue aprobada a unos cuantos meses de que el país reciba el corazón de la Amazonia brasileña la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), que pretendía presentar al país como un líder global contra el cambio climáticoAnte esta cumbre climática, científicos y activistas brasileños subrayan que es esencial tomar medidas inmediatas para cumplir los objetivos internacionales de reducción de emisiones de carbono y de conservación de los manglares. El destino de estos ecosistemas será una prueba decisiva para la verdadera voluntad del Gobierno de Brasil de proteger su patrimonio natural y contribuir a la regulación climática global.
Los manglares amazónicos de Brasil, ecosistemas vitales en riesgo ante la “ley de la devastación” | América Futura
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