La remontada del Aston Villa se frenó en Londres, de donde el equipo que adiestra Unai Emery se fue derrotado tras 11 victorias consecutivas en el duelo de técnicos guipuzcoanos ante Mikel Arteta. Ganó 4-1 el Arsenal, al que no hay quien frene, ni las lesiones que cada jornada le obligan a retocar la alineación (el último en sumarse fue Declan Rice), ni la acumulación de partidos, ni un supuesto decaimiento por el que semejaba haber bajado el nivel en las últimas semanas.

4

David Raya, Gabriel Magalhães (Myles Lewis-Skelly, min. 76), Jurriën Timber (Ben White, min. 82), Piero Hincapié, William Saliba, Martin Ødegaard, Mikel Merino (Christian Nørgaard, min. 72), Martín Zubimendi, Viktor Gyökeres (Gabriel Jesus, min. 76), Leandro Trossard y Bukayo Saka (Noni Madueke, min. 82)

1

Emiliano Martínez, Lucas Digne, Lamare Bogarde, Victor Lindelöf, Ezri Konsa, Amadou Onana (John McGinn, min. 45), Youri Tielemans (George Hemmings, min. 81), Emiliano Buendía (Andrés García, min. 60), Jadon Sancho (Donyell Malen, min. 60), Morgan Rogers (Jamaldeen Jimoh-Aloba, min. 81) y Ollie Watkins

Goles
1-0 min. 47: Gabriel. 2-0 min. 51: Martín Zubimendi. 3-0 min. 68: Trossard. 4-0 min. 77: Gabriel Jesus. 4-1 min. 93: Ollie Watkins

Arbitro Darren England

Tarjetas amarillas
Merino (min. 45), Morgan Rogers (min. 46), Gabriel Jesus (min. 78), Lamar Bogarde (min. 81), Ollie Watkins (min. 96)

El líder de la Premier camina firme y llega a la mitad del campeonato tras perder apenas dos partidos (uno de ellos en Villa Park), empatar tres y vencer 14, fortalecido además por su solvencia en el Emirates. El Aston Villa tuvo la opción de haberle empatado a puntos en la clasificación, ahora está a seis puntos de distancia, tercero en la clasificación. Segundo, a cinco puntos y un partido menos que debe jugar en Año Nuevo en Sunderland, camina el Manchester City.Nadie luce mejor engrasado que el Arsenal, que ni siquiera necesita la aportación de un delantero de postín para dominar el campeonato y gustarse. Le sobra con un puñado de futbolistas excelentes en torno a una idea edificada a fuego lento por Mikel Arteta a la que, además, ha añadido una profundidad de banquillo. Tiene a David Raya, el mejor portero del campeonato, que por si quedaban dudas lo mostró ante el Villa en una prodigiosa intervención sobre la línea de gol cuando ya todo estaba sentenciado. Dispone también de excelentes zagueros, rápidos, versátiles y ganadores de duelos. Y por delante de ellos se beneficia del talento de un ramillete de futbolistas con llegada, buen pie y carácter para presionar y defender hacia delante. A todos ellos se une ahora, tras dejar atrás varios problemas físicos, Martin Odegaard, que es canela fina. Ahora que el Real Madrid mira hacia la capacidad creativa de un centro del campo en el que añora a Kroos o Modric, conviene reparar en que el talentoso futbolista noruego llegó a la casa blanca cuando era un adolescente. No logró establecerse en Madrid, ni siquiera tras su provechosa estancia en la Real Sociedad, pero a día de hoy nadie mueve mejor que él la batuta de un equipo en la Premier. En el ida y vuelta o en el juego de posición, Odegaard es un maestro. Su acción en el segundo gol del Arsenal: presión, recuperación, conducción y pase milimétrico al espacio para habilitar a Zubimendi ante el portero rival le retrata. Fallo de ‘Dibu’ MartínezEl partido se abrió en esos albores tras el descanso. Antes lo que hubo fue mucho desgaste y pocos disparos entre palos, más bien ninguno. El Villa se replegó de inicio, como hizo en su último partido ante el Chelsea, y se dispuso a amenazar al espacio. Lo logró. Pero el Arsenal siguió a lo suyo, peleó por meterle ritmo a un partido que su rival se empeñó en detener entre todo tipo de triquiñuelas. Jugó con prisa el Arsenal, lo hizo con el reloj en la mano el Villa. Pareció que los gunners proponían y los villanos disponían, y más cuando al filo del descanso Saliba evitó en una prodigiosa acción defensiva un gol de Watkins sobre el que, en todo caso, tendría que haber dicho la última palabra el videoarbitraje. Pero todo viró tras el parón. La estrategia le volvió a dar réditos al Arsenal, falló el Dibu Martínez entre el tráfico que dispuso la pizarra ante él y Gabriel le dio un vuelco al partido con un remate alejado de la ortodoxia. No hubo opción a la rebelión del Villa porque de inmediato Odegaard mandó parar y Zubimendi a exponer que no solo aporta orden sino que también ofrece llegada al área. Empezó ahí un festival al que se apuntó Trossard con el tercer gol e incluso Gabriel Jesus, que no gritaba un gol desde el pasado 1 de enero, cuando le marcó al Brentford. Días después se destrozó una rodilla. No solo el brasileño, todo el Arsenal ha remado mucho durante estos últimos años bajo el mando de Arteta, que se enojó cuando el equipo bajó el pistón y permitió un gol final de Watkins para el Villa, para estar en la situación actual: es el máximo favorito a ganar la Premier, 22 años después de su último alirón.

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