One million deportees, the Trump administration’s difficult goal for its first year | U.S.

La cifra ha estado girando en torno a los mensajes de política de inmigración durante meses. “Podemos comenzar con un millón”, dijo JD Vance repetidamente cuando se acercó las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, y continuó citándolo después de que él y Donald Trump habían ganado. Las declaraciones públicas del presidente republicano han sido más ambiguas, pero no menos ambiciosas: ha prometido repetidamente la “mayor deportación de la historia”. Aunque esto es solo una fracción de los al menos 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos, deportar a un millón de inmigrantes en un año cumpliría la promesa, superando con creces el promedio de 400,000 deportaciones anuales de Barack Obama. Sin embargo, los analistas y expertos ven la cifra, que parece ser completamente arbitraria, con sospecha y apuntan a obstáculos logísticos y financieros que ponen en duda su viabilidad. Se menciona a varias fuentes anónimas dentro de la administración Trump citada en un artículo de Washington Post, la cifra de un millón de deportes se menciona prácticamente a diario. Stephen Miller, el asesor principal de la Casa Blanca acreditada por elaborar las políticas antiinmigrantes de Trump, está en constante conversación con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para encontrar una manera de avanzar hacia ese objetivo lo antes posible. Pero el ritmo de las deportaciones en los primeros meses de la segunda presidencia de Trump, aún por debajo del promedio de Joe Biden, es la evidencia más clara de que no es tan simple expulsar a miles de personas de la noche a la mañana. “El número que se está discutiendo, al menos bajo los recursos actuales, definitivamente está fuera de alcance. Las deporaciones dependen de tres elementos básicos: detener a las personas, detenerlos y deportarlos. Putzel-Kavanaugh, analista del grupo de expertos del Instituto de Política de Migraciones, explica por teléfono. La administración republicana está buscando la aprobación del Congreso de una nueva ley que, entre muchas otras cosas, proporcionaría una gran asignación de presupuesto para la aplicación de la inmigración. However, even if Congress passes it — which is far from certain because it is already generating internal divisions within the party — it would still require hiring and training people, signing detention contracts, and probably adapting or building new centers for this purpose, as well as managing deportation flights.Another reason why it’s difficult for Trump to deport one million immigrants in a year is that irregular border crossings have virtually dried up, as most expulsions have historically been quick returns, which are más fácil de llevar a cabo. Después de que declaró una emergencia en la frontera y la militarizó, los encuentros con inmigrantes indocumentados cayeron a 7,000 en marzo, el número más bajo en décadas. Migrantes venezolanos después de ser deportados de Estados Unidos a Venezuela, el 3 de abril el 3 de abril Aproximadamente 3.7 millones para unos 700 jueces de inmigración: crea un obstáculo prácticamente insuperable, ya que una persona puede esperar meses o incluso años para una cita en el tribunal. “Las personas que están en medio de los procedimientos de deportación probablemente enfrentan una larga espera para superarlo. Ese no es el caso de aquellos que ya tienen una orden de deportación. Potencialmente podrían eliminarse de inmediato”. Este último parece ser la estrategia de la administración. Hay 1,4 millones de inmigrantes con órdenes activas que no pueden ser deportados porque sus países de origen no están abiertos a recibirlos. Con esto en mente, según los registros oficiales y varios informes, la administración Trump está negociando con hasta 30 países para aceptar ciudadanos extranjeros deportados. Aunque esto ya se ha hecho en los últimos meses, especialmente con México, Costa Rica, Panamá y El Salvador, expandir este sistema podría aumentar significativamente el ritmo de deportaciones. El anuncio de una multa de casi $ 1,000 por día para las personas con una orden de deportación activa también busca claramente presionar a estos migrantes para abandonar el país de su propia volición, en lo que la administración ha llegado a la llamada “a la autogestionidad”. La Casa Blanca afirma que esta forma de deportación está en aumento, lo que demuestra que la extrema hostilidad de la administración hacia los migrantes tiene un objetivo claro. Sin embargo, no ha proporcionado datos ni evidencia de esto. Esta opacidad ha sido una constante en los meses desde que Trump regresó a la presidencia. El gobierno dejó de publicar estadísticas mensuales sobre las actividades de las agencias de inmigración, como lo ha realizado durante años una oficina financiada por el Congreso. En cambio, los números disponibles provienen de declaraciones de funcionarios que no pueden ser corroborados. Un análisis preliminar de los datos disponibles por parte del Instituto de Política de Migración respalda tentativamente la teoría de Logjam: mientras que los arrestos de inmigración han aumentado, las deportaciones no lo han hecho. La Agencia de Inmigración está en camino de detener a casi 240,000 inmigrantes este año fiscal, más del doble del año anterior. Pero las deportaciones, a la tasa actual, apenas alcanzarían 212,000, por debajo de 271,000 el año anterior, la mayoría de las personas detenidas después de cruzar la frontera sin papeles. Todavía, alcanzar la marca del millón de deportaciones en un año parece casi imposible, pero una aceleración drástica en el ritmo de las expulsiones aún podría hacerlo realidad. Quizás a la administración no le importa tanto llegar a ella, siempre que pueda presumir de la implementación de su política de inmigración, como cuando deportó a más de 200 venezolanos acusados, muchos falsamente, de pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua. Es fácil decir “un millón de deportados”, ya sea que pueda ser corroborado o no, dado que la cifra, como dice Putzel, no parece estar basada en nada concreto más allá de ser un “número grande y redondo”. Regístrese para nuestro boletín semanal para obtener más cobertura de noticias en inglés de El País Edición de EE. UU.